Evolución de la lectura y escritura

A partir del año 3500 AC se descubren los jeroglíficos en las antiguas civilizaciones y, alrededor del año 2000 AC, inscripciones sobre monumentos de piedra o escrituras con tinta sobre papiros. Durante la Edad Media la mayor parte de la población permaneció analfabeta, solo recibían educación los miembros del clero, los cuales tenían acceso tanto a lo religioso como a los demás conocimientos culturales. La población se instruía escuchando. El leer y escribir eran actividades profesionales para quienes desempeñaban un oficio específico.

Luego, con la imprenta (Gutemberg, siglo XIV), sucede un cambio abrupto: McLuhan y Fiore (1967). La imprenta, un recurso repetidor confirmó y amplió la nueva tensión visual. Proporcionó la primera ‘mercancía’ uniformemente repetible, la primera línea de montaje: la producción en masa. Creó el libro portátil, que los hombres podían leer en la intimidad y aislados de los otros. [...] Se hizo posible el punto de vista privado, fijo; la capacidad de leer y escribir otorgó el poder de aislarse.

Sin embargo, a partir del siglo XIX, los diferentes gobiernos y las sociedades comenzaron a dar importancia a la alfabetización porque observaban que esto permitiría el crecimiento y desarrollo de la sociedad. La instrucción podría comenzar en la familia, pero sería, sin dudas,  la escuela la responsable de enseñar a los niños a leer y escribir.

Hoy, nos encontramos frente a Internet, que es la puerta de entrada a la siguiente transformación en los procesos de lectura y escritura.